Si bien muchas personas están orgullosas de sus cicatrices, otras tantas quieren “eliminarlas” o al menos difuminarlas.

Cuando se habla de cirugía estética y cicatrices, lo primero que hay que aclarar es que éstas no se pueden eliminar o borrar sino que tan sólo es posible corregirlas y reducir su visibilidad. Y es más: la mejoría visual de la cicatriz dependerá de la calidad y aspecto de la misma. No es lo mismo una que se ha producido como consecuencia de una intervención quirúrgica, en la que se elige cuidadosamente la zona en se realiza el corte y se sutura pensando en que la cicatriz resultante sea lo menos visible posible, que una que es resultado de una herida producida por quemaduras o en un accidente, por ejemplo, de tráfico, en la que puede haberse producido una pérdida de material orgánico.

Las cicatrices se forman como parte del proceso natural de sanación después de una lesión. Cuando la dermis, la segunda capa de la piel, se daña, tu cuerpo forma fibras de colágeno para reparar el daño y eso causa la cicatriz.

• En la mayoría de los casos, mientras más rápido sane una herida, menos colágeno se depositará y menos se notará la cicatriz.

• En general, la gravedad de la cicatriz depende de la gravedad de la lesión o daño.

• Las cicatrices se forman de distintas maneras en diferentes partes del cuerpo.

• Las cicatrices se forman de distintas maneras dependiendo de la edad de la persona lesionada.

DIFERENTES TIPOS DE CICATRICES

Existen diferentes tipos de cicatrices, cada una con características distintivas:

Cicatrices atróficas.- Las cicatrices atróficas se caracterizan por la pérdida del tejido. Se ven deprimidas, aserradas o planas contra la capa superior de la piel. Las cicatrices atróficas suelen tener pigmentación más oscura que otras áreas de tu piel. Algunos ejemplos de cicatrices atróficas incluyen cicatrices de acné y cicatrices de varicela.

Cicatrices hipertróficas.- Las cicatrices hipertróficas se caracterizan por un exceso de tejido que se forma sobre la piel a medida que esta sana. A diferencia de las cicatrices queloides, estas no crecen fuera del área lesionada. Las cicatrices hipertróficas suelen ser más oscuras que el resto de la piel en el área.

Cicatrices queloides.- Las cicatrices queloides son el resultado de un proceso de sanación agresivo y una producción excesiva de tejido. Estas se caracterizan por una apariencia elevada, gruesa e inflamada. Usualmente son más oscuras que la piel que las rodea. A diferencia de las cicatrices hipertróficas, las cicatrices queloides pueden crecer fuera del área lesionada.

Cicatrices de contractura.- Las cicatrices de contractura aparecen cuando grandes áreas de piel se pierden o dañan, usualmente debido a quemaduras. Se caracterizan por piel tensa y brillante que impide el movimiento.